jueves, 25 de diciembre de 2008
Ara y el Aguilucho sentados en el banco de una plaza, miraban románticamente las estrellas, y el Aguilucho insistía:
-dale, vamos a un lugar más tranquilo....
- dale, hagamos el amor....
y Ara: - ay, no se....
- Bueno, yo te enseño! dijo el Aguilucho y se la ganó para siempre.
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